Entre la penumbra de la noche
Media noche, la hora del pecado nocturno, la hora en que tu y yo nos hemos encontrado, como dos sombras en torno a un halo de luz que emana de tu mirada. El silencio transcurre sobre tus labios rojos, sedientos de mi sangre y mi cuerpo, sobre mis labios ardientes de deseo por probar tu néctar masculino. La noche no ha nombrado sus hijos, ahora somos parte de ella, como la luna, las estrellas, el silencio y el olvido. Entre la penumbra de la noche puedo oler tu perfume enervante, cargado de opio y psiloscibina. El tiempo de pecar mientras el mundo duerme, es tiempo de dar rienda suelta a nuestros placeres nocturnos. Ven, no temas, la noche jamás albergó a los fantasmas de tu pasado, ella por el contrario te regala sus secretos que yacen dormidos en mis labios, bésame y arráncame el silencio que aguardo hoy, entre la penumbra de la noche.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio